... desplegando velas ...


En estos últimos meses el rumbo de mi vida ha estado escrupulosamente marcado por la  corriente, me he dejado mecer en mi barca a la deriva,  deambulando de un sitio para otro, sin trayectoria marcada. 
Durante todo este tiempo de ausencia, he vivido días placenteros en los que me he dejado arrullar por el vaivén de las olas, sin permitir que ningún pensamiento del que no pudiera librarme en menos de 5 segundos abordara mi barquichuela. 
Un solo deseo: el de continuar sin elegir el camino, dejando que la fuerza de la corriente decidiera por mi. 

Si tu me dices ven lo dejo  todo... Pero dime ven.
Albert  Espinosa
Cuando no sabes a donde quieres llegar, cuando el miedo te impide decidir cual quieres que sea tu destino, lo más cómodo es no hacer nada, dejar pasar el tiempo conscientemente, buscando cualquier señal, meditando, aprendiendo de los errores y recuperándose de las heridas. Pero ha habido días en los que esa serenidad interesada se ha visto brutalmente violentada por tempestades absurdas, con grandes olas de angustia, culpa, inacción, abatimiento, conformismo y pendencieras reflexiones que no he podido esquivar.

Y así he dejado pasar los días, tumbada en mi barca, en mi particular  “C´est la vie” 


El  mundo sigue, el tiempo pasa y solo quiero dejar de madurar, 
olvidarme de toda lógica, abandonar el sentido común, arrinconar la represión,
 reducir el mundo a lo esencial y esperar a que la vida 
me muestre el camino que el tiempo me quita por kilómetros.

Faro Punta Cabalo. Isla de Arousa. Pontevedra Agosto 2012
Un destello intermitente me deslumbra atrapando mi atención. Me señala un punto, un  destino incierto, deslinda un nuevo camino. A mi cabeza llega el recuerdo de una historia  sobre un faro, sobre actitudes ante la vida que envidio y anhelo. Pienso en las perlas desperdigadas por el mundo que están esperando ser encontradas.   
¡Es el momento! Extiendo las velas confiando en que el viento me sea favorable. Es la señal que esperaba, mi faro, mi destino. 


Habrá nuevas borrascas de las que deberé sobreponerme, el recelo de no encontrar lo esperado me acompañara en el viaje, pero siento que debo seguir la luz de mi faro.  

Comentarios

  1. Preciosa entrada! me has dejado sobrecogida! no tengo nada que añadir.
    Todos estamos en nuestras respectivas barcas, viendo qué rumbo tomar.
    Fuerte abrazo,
    bss
    Tania

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  2. En encanta el texto que has escrito y me recuerda a estas palabras de lao tzu "El agua es fluída, blanda y flexible, pero erosionará la roca, que es rígida y no puede ceder... lo blando es fuerte". Intuyo que han sido unos dias intensos... dejaté mecer en tu barca... es tu momento, yo voy por delante, buscando mi faro y cada vez hay mas dias despejados. Muacs!

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