...donde el silencio se oye ...
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Perfil Sorginen Lasterketa |
Desde hace tiempo tenía una deuda
con Bego, mi compa de entrenos. Ella suele participar de forma habitual en
carreras de montaña y cuando salimos a correr me suele deleitar contándome anécdotas y me describe paisajes que deben estar marcados en sus retinas. Me cuenta que es otra
forma de correr, de sentir la naturaleza, en el monte los tiempos se
relativizan, la fuerza es tu mayor baza, si en el deporte en general la
solidaridad y simpatía entre atletas es una constante, en el monte alcanzan su
máxima expresión.
Así que decidida a probar, ambas
nos inscribimos en la “Sorginen Lasterketa 2012” (Carrera de las Brujas), cuyo circuito
transcurría por el Parque Nacional de Urkiola, en las pendientes de nuestros montes Anboto y Udalaitz. Lo de las brujas es porque en estos parajes, según la mitología vasca tuvo su morada por un tiempo nuestra Mari, Dama de Anboto, y la leyenda cuenta....
" que en una familia sin descendencia la mujer deseaba como fuese tener un hijo, a pesar de que a los veinte años se le tuviese que llevar el diablo, y al fin quedó embarazada de una hermosa niña. Días antes de que la muchacha cumpliera los veinte años su madre la encerró en una caja de cristal y la vigiló día y noche, esfuerzo inútil, ya que el mismo día de su cumpleaños el diablo, rompiendo la caja, se la llevó consigo a la cima del Anboto, donde habita desde entonces".
Antes de salir planeamos ir despacio, entrenado para coger fuerza en las piernas, pero al menos yo, no imagine quee íbamos a tener que ir en fila de a uno, apoyándonos con las manos en los
cuadriceps porque no nos daban máss de si. Antes de llegar al 4 km tuve que
tomarme una glucosa porque mis piernas empezaron a bailar sin mi
consentimiento, en lo alto, kilómetro 5 y tras 50 minutos de continua subida,
fui consciente de que iba a sufrir mucho.
Entonces me plantee disfrutar del
lugar, dejar que la naturaleza se fundiese con mi esfuerzo y me permitiera
sentir la paz infinita que el silencio trasmite.
Y lo escuche.
Los apenas 170
corredores dibujábamos una larga fila serpenteante que señalaba el camino. Hubo
tramos en los que cuando el viento descansaba solo escuchabas silencio. A la
derecha Anboto mostraba toda su grandeza,
el camino era estrecho y se podía sentir el vértigo de la altura cuando a tus
pies el paisaje estaba formado por miles de pinos que parecían de miniatura.
Y
así me sentí. Pequeña ante la inmensidad de las montañas. Me quedo con ese momento de paz, de negras
cabras montesas, de caballos salvajes pastando libremente, de silencio abrumador.
Lo demás fue un
largo camino hasta la meta, a la cual llegue cansada, consciente del enorme esfuerzo, de lo mucho que me queda por aprender, pensando en las agujetas que iba a sufrir durante la semana.... Pero enormemente feliz, por haber llegado, por haber acabado tras 3horas y 17 minutos de continuado esfuerzo y sobre todo por haber encontrado el más absoluto silencio.
Rosa.......pero tu y tu amiga si que sois valientes, esta es una carrera de las duras, pero ya veo que has quedada encantada, el sitio precioso, y esl titulo que has puesto, lo resume todo, ¡¡enhorabuena campeona!!.
ResponderEliminarUn beso.